Artículo: El Verano y tu Aceite de Oliva: lo que casi nadie te cuenta

El Verano y tu Aceite de Oliva: lo que casi nadie te cuenta

Esta semana en Córdoba los termómetros han rozado los 46 °C.
Un calor de los que se pegan al cuerpo, a la ropa, a la suela de los zapatos, al aire… y también, cómo no, a los productos que nos llevamos a casa.
Y el Aceite de Oliva Virgen Extra no es una excepción.
De hecho, es uno de los productos que más sufre con el calor si no se conserva como es debido.
Y lo más sorprendente: puede deteriorarse incluso sin haber sido abierto.
¿Y por qué ocurre esto?
Porque el AOVE es un producto vivo, lleno de compuestos naturales —como los polifenoles y los aromas volátiles— que le dan su sabor, su olor y sus propiedades.
Pero también es sensible.
Y cuando pasa mucho tiempo embotellado —especialmente si ha sido envasado hace meses o incluso el año anterior—, y además se somete a altas temperaturas (como ocurre en algunos almacenes, transportes o incluso lineales de supermercado), esos compuestos comienzan a degradarse.
¿Resultado?
Un aceite más plano. Más apagado.
Con menos aroma, menos sabor… y menos valor.
Lo preocupante es que esto ocurre sin que te des cuenta.
La botella puede seguir viéndose igual.
Pero lo que hay dentro ya no es, ni por asomo, la mitad de la mitad de lo que era.
Entonces, ¿qué se puede hacer con el AOVE en verano?
Aquí viene lo importante.
Quizá ya tienes tu aceite en casa. Lo has comprado hace semanas o incluso meses, y te preguntas: ¿puedo hacer algo para protegerlo?
La respuesta es: sí. Aquí van algunos consejos sencillos pero muy eficaces:
- Guárdalo en un lugar fresco y sin luz directa. Una despensa interior es mejor que una cocina con exposición solar o calor de electrodomésticos.
- Evita cambios bruscos de temperatura. Si lo mueves de un lugar fresco a otro muy caliente (o viceversa), el aceite sufre. Mejor estabilidad.
- No lo dejes cerca del horno, la vitro o el microondas. El calor ambiental lo afecta incluso sin contacto directo.
- Si lo has comprado en gran formato, pásalo a botellas pequeñas. De vidrio oscuro a poder ser. Así evitas que entre tanto aire cada vez que lo usas.
- No te fíes de su aspecto. Aunque huela bien, un aceite degradado pierde polifenoles, antioxidantes y sabor... y eso no siempre se ve a simple vista.
El calor no lo perdona todo. Pero si cuidas tu AOVE como lo que es —un producto vivo y delicado—, te recompensará con cada pan y cada plato.
¿Y qué hacemos nosotros para proteger tu AOVE?
Mientras la mayoría de marcas embotellan toda su producción entre noviembre y enero (a veces incluso antes de tener todos los pedidos), en Mi Oliva Gourmet hacemos justo lo contrario:
- Conservamos el aceite en la bodega de la almazara, donde la temperatura es constante y fresca incluso en pleno julio.
- Y envasamos prácticamente a diario, según los pedidos van entrando.
Eso nos permite enviarte el AOVE recién envasado, perfectamente cuidado.
Con su aroma casi intacto.
Su sabor fresco.
Y toda su potencia natural.
¿Se nota? Definitivamente: Sí.
Cuando pruebas un aceite que recién envasado en julio y agosto, lo notas desde que abres la botella.
Desde el primer pan.
Y eso, en verano, marca la diferencia.
No todos los aceites son iguales.
Y no todos resisten igual el calor.
Pero hay formas de hacer las cosas bien.
Y aunque cuesten más, merecen la pena.
Sobre todo si es tu salud, tu paladar y tu mesa los que lo van a recibir.
Toca abajo y siente en tu paladar y en tu salud un AOVE bien cuidado y recién envasado en pleno verano:
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